History of the Order's Emblem
El emblema de la Orden data de la segunda reunión del Consejo Supremo el 12 de mayo de 1883, cuando fue diseñado por James T. Mullen, entonces Caballero Supremo.
Un vistazo rápido al emblema indica un escudo montado sobre la Cruz Formée. El escudo es el asociado con un Caballero medieval. La Cruz Formée es la representación de un diseño tradicionalmente artístico de la Cruz de Cristo a través del cual se obtuvieron todas las gracias de redención para la humanidad. Esto entonces representa el espíritu católico de la Orden.
Sobre el escudo hay montados tres objetos: unas fasces en posición vertical y, cruzadas por detrás, un ancla y una daga o espada corta. Las fasces de la época romana son un símbolo de la autoridad que debe existir en cualquier organización que opere de manera eficiente y estrechamente vinculada. El ancla es el símbolo del marinero de Colón, patrón de la Orden, mientras que la espada corta o daga era el arma del Caballero cuando se dedicaba a una misión de misericordia. Así, el escudo expresa la Caballería católica en acción misericordiosa organizada, y con las letras K. de C. proclama esta forma específica de actividad.
El rojo, blanco y azul del fondo del escudo y el primer plano de la Cruz de Malta son los colores de nuestro país. Como tal, el rojo es el símbolo del coraje de corazón valiente, de la actividad palpitante y una medida completa de devoción. El azul es el símbolo de la esperanza, de la serena tranquilidad bajo Dios y de la confianza en la protección de nuestro país. El blanco es el símbolo de la nobleza de propósito, de la pureza, de la finalidad y del crisol: ideales probados a realizar.
Pero hay otro simbolismo del color en rojo, blanco y azul. Este es el simbolismo eclesiástico en el que el rojo se convierte en el reflejo de las gotas de la sangre redentora de Cristo derramada sobre el Calvario y de la sangre del mártir derramada en defensa de la fe.
El rojo, entonces, es el símbolo de la fe, de la fe en Cristo, en la redención y en el conocimiento y amor de Jesucristo. El blanco es el color de la Hostia Eucarística, prenda de la presencia eucarística de Dios entre los hombres, del amor infinito que Dios tiene por el hombre y del afecto abrumador que el Dios-hombre tiene por cada individuo. El blanco es entonces el símbolo de la caridad como la de Cristo. El azul es el color del manto de Nuestra Señora, en el que envolvió a su amado Hijo, a través del cual vino la salvación a un mundo pecador. El azul es entonces el símbolo de la esperanza.